Antes quería salvar a mi madre y hermanos, después a mis hijos y a todo aquel que yo pensaba que lo necesitaba, sin darme cuenta que realmente lo que buscaba es reconocimiento, respeto y cariño por falta de amor a mi niña olvidada.
Esa búsqueda me llevo a ver más adentro de mí y lo que encontré al principio fue duro, desagradable, pero después, como una luz muy grande descubrí al ser más importante, yo.
Aprendí a hablar conmigo misma, pero de verdad, sin mentiras.
Fue ahí que comprendí que nada es mío y nada me pertenece, aprendí que no es mañana, es hoy lo más importante.
Decide abrir mis alas y volar, abrir mi corazón para perdonar, mis brazos para abrazar, mi boca para besar y finalmente mi cuerpo para amar.
Sana tu interior.
No esperes dolor para crecer.
Libérate de lo que te pesa.
No luches porque te amen, !tu eres amor!
Nada es mío y nada me pertenece.
Hoy limpio mi pista, abro mis alas y comienzo mi vuelo a este nuevo día llena de amor, fe y confianza.
Recuerda solo hoy aquí y ahora es importante.
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